A la luz del sol asaltaron a una joven que hacía running por el Corredor Vial
Fue poco antes de las 18, cerca del Puente Blanco. Cuatro chicos la apuntaron con un arma tumbera, la tiraron al piso y le arrebataron el celular.
Arita Quiroga hacía el recorrido de siempre, de todos los días, que son más o menos 5 kilómetros. Iba en dirección a Terrazas del Portezuelo y ya había pasado el Puente Blanco cuando cuatro muchachos salieron detrás de ella. La tomaron del cabello y la acorralaron. La tiraron al piso y le arrebataron el celular que llevaba en la cintura. Eran las 17:40, y el clima era perfecto para hacer actividad física a la luz del sol.
Pero este miércoles, ese trayecto (a la altura del Barrio La vecindad) le tenía preparada una sorpresa. Desagradable y violenta. “Estaban en un kiosco, y cuando pasé salieron atrás mío. Uno me apuntó con un arma tumbera y me sacó el teléfono”, relató la joven de 25 años, unas horas después del asalto.
Los ladrones posiblemente eran menores (entre 13 y 14 años), y solo dos llevaban tapabocas. Ella se defendió como pudo. En el piso intentaron arrebatarle las zapatillas, pero dos autos que pasaron justo en ese momento (aunque no se detuvieron) los ahuyentó. “Después paró una camioneta, donde iba una pareja y me ayudaron. Ellos llamaron a la Policía”, contó Quiroga, que vive sobre Lamadrid, cerca del Corredor.
Los efectivos que llegaron le tomaron los datos a chica y le recomendaron que hiciera la denuncia: “Ellos ya sabían que esos pibes andaban robando, porque habían recibido denuncias todo el día. No fui la única, hubo varios robos hoy”.
Quiroga terminó con heridas en un tobillo y un brazo, y se sumó a la lista de víctimas en esa zona. Ciclistas y corredores vienen siendo blanco de robos “en patota” que se producen casi siempre en la misma zona.
En enero el médico Augusto Sabelli vivió un ataque similar. Los malvivientes también eran jóvenes y para llevarse su bicicleta lo patearon en el pecho y le tiraron piedras. Solo después que se hiciera público ese caso, la Policía llevó adelante allanamientos y detuvo a un menor de edad.
Lo que vienen reclamando las personas que usan el recorrido para realizar actividad física es presencia policial. La realidad marca que la inseguridad no cesa. La película sigue siendo la misma.